Originariamente sin olor, Kenzo inventa el perfume de la amapola. Un firma floral empolvada, singular e intemporal. Una creación floral inesperada con un poder poético y contemporáneo. Una armonía sutil elaborada sobre tres acordes: el acorde floral se dibuja a través de flores vibrantes, sedosas y coloreadas: la rosa búlgara, la violeta de Parma y el espino. El acorde empolvado da un confort sensual y envolvente gracias a la vainilla, la mirra y el almizcle blanco. El acorde vibrante se revela por el incienso que aporta una nota casi mística. Un floral empolvado, sensual y vivo.